Omán, la perla del Pacífico
Omán, la perla del Pacífico
Este destino se estado abriendo cada vez más al turismo. Oculto en el sudeste de la Península Arábiga, sigue siendo un gran desconocido para la mayoría de los viajeros. Os ofrezco acompañarme es este relato y descubrir Omán desde 3 perspectivas.
Lejos de las hordas de turistas, la atmósfera es auténtica en Omán. Es posible conocer a la gente local visitando pequeños pueblos aislados y descubrir una cultura única en el mundo. Este destino permite a los turistas conocer lugares desiertos y a veces incluso inaccesibles.
Los omaníes tienen sentido de la hospitalidad y son reconocidos por su honestidad. Siempre están dispuestos a ayudar a los turistas y mostrarles su cultura y su hermoso país. No es extraño que habitantes frecuentemente inviten a los turistas a tomar té o café y comer dátiles con ellos. ¡Tened cuidado!, no es apropiado rechazar tal invitación.
Escenario de los cuentos de las Mil y una Noches, se descubre en Omán todas las características de un Oriente con un pasado rico en leyendas, entre las áridas montañas, los wadis, las playas, los jardines en flor, los desiertos de arena. Hay que adentrarse unos 20 km en el desierto de Wahiba, que se extiende sobre más de 12.000 km2, antes de llegar a un alojamiento en Al Sharqiyah para pasar una noche inolvidable bajo las estrellas.
El 80% del territorio de Omán es desierto. Este desierto es un lugar único, sus camellos, sus puestas de sol y sus dunas, es absolutamente imprescindible recorrer esta maravilla.
Otro gran atractivo son los wadis. Estos ríos, que pueden ser de todo tipo de tamaño, ofrecen un gran alivio dentro del calor omaní que puede llegar a alcanzar los 40 grados, entre los meses de mayo y septiembre. El Wadi Bani Khalid es uno de los ríos más famosos, donde se pueden encontrar árboles de mango, aguas cristalinas y palmeras datileras. Es posible bañarse en él respetando la cultura omaní.
Sus monumentos emblemáticos son numerosos. Su capital, Muscat, es el hogar de la Gran Mezquita del Sultán Qaboos. Este país representa 5.000 años de historia y celebraciones de tradiciones. El trazado de las ciudades y pueblos de Omán está bastante bien conservado. Omán ha mantenido relaciones comerciales con Asia y África y ha acogido en sus puertos a comerciantes de todas las nacionalidades. Encontramos estas influencias persas en la herencia, la ropa y la gastronomía de Omán. Pakistán y el norte de la India han marcado la cocina y la vestimenta tradicional de los omaníes. Las mujeres llevan sedas de colores y los hombres anudan telas de cachemira en los turbantes.
Omán ha optado por un desarrollo turístico responsable y sostenible basado en la preservación y el realce de su cultura.
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