Dubái, es uno de los siete emiratos que componen los Emiratos Árabes Unidos. Ubicado en la costa del Golfo Pérsico, en pleno desierto, está habitado por casi 3 millones de personas. Mundialmente reconocido por su vanguardia arquitectónica y lujoso estilo de vida, es un destino perfecto para disfrutar en cualquier época del año, incluso, para establecerse y vivir como un nómada digital. Y es que Dubái cautiva a cualquier viajero gracias a su modernidad, sus rascacielos imponentes y su mezcla de culturas, ofreciendo una experiencia única.

 

Una ciudad accesible por la que desplazarse entre sus distritos

Dubái es el epicentro de los Emiratos Árabes Unidos, una ciudad bien conectada a la que se puede llegar fácilmente en avión -con excelentes conexiones aéreas desde diversas partes del mundo-, coche o tren. En mi caso, desde España viajé en avión. Tras un cómodo vuelo, ya en la aproximación al aeropuerto internacional de Dubai, tuve oportunidad de admirar las imponentes estructuras desde el aire, ¡todo un espectáculo!

Dubái es una ciudad donde todo está al alcance, una ventaja para explorarla y descubrir sus fascinantes rincones. Mi hotel se encontraba en el centro de la ciudad, cerca del Burj Khalifa, un lugar de visita obligada para maravillarse con la arquitectura de vanguardia. Además, el hotel estaba bien conectado para poder llegar a los centros comerciales de renombre, como el Dubai Mall y el Mall of the Emirates, ofreciendo experiencias de compras únicas.

 

Explorando el legado histórico y cultural

Pero Dubái es mucho más que rascacielos y lujo contemporáneo. En el corazón de la ciudad, se encuentra el barrio histórico de Al Fahidi, conocido por sus callejones estrechos y edificios restaurados que albergan museos y galerías de arte. La Casa Sheikh Saeed Al Maktoum, construida en 1896, es una joya arquitectónica que refleja la historia de Dubái.

 

 

Otras paradas imprescindibles para aquellos que buscan sumergirse en la rica cultura de la ciudad son la grandiosa Mezquita Jumeirah y el Museo de Dubái. Y también es muy recomendable realizar un agradable paseo en barco por el Creek de Dubái, una experiencia que conecta la historia comercial de la ciudad con la modernidad actual.

 

Un destino que lo tiene todo

Explorar la capital de los Emiratos Árabes Unidos es apreciar su mezcla de tradición y modernidad, disfrutando del desierto y la deliciosa gastronomía y, aunque parezca un sinsentido, también del mar. Y es que su emblemática playa de Jumeirah es un auténtico oasis de frescor en la ciudad, y en ella encuentras diferentes puntos de encuentro gastronómicos que ofrecen una variedad de platos internacionales y, por supuesto, gastronomía local.

En la zona de la Marina, se encuentra una amplia selección de bares y restaurantes que permiten disfrutar de impresionantes vistas del horizonte. Además, cuenta con el Burj Al Arab, un ícono de la arquitectura que domina la costa y ofrece experiencias gastronómicas exclusivas.

En definitiva, visitar Dubái es sumergirse en un mundo de opulencia y modernidad, que va desde el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, hasta el lujoso centro comercial Mall of the Emirates con su pista de esquí cubierta. Además, la ciudad ofrece una amplia gama de experiencias gastronómicas, y entre mis preferidos destaco el famoso restaurante Atmosphere en el Burj Khalifa y el Souk Madinat Jumeirah para saborear auténtica cocina árabe.

Tras mi visita a Dubái, reflexioné sobre la fortuna de vivir en un planeta tan diverso y extraordinario. Cada rincón de Dubái me encantó, con su fusión entre arquitectura futurista y su fusión de tradición. Sin duda, es un destino al que volvería.

Pablo Higuera

Equipo de Marketing

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