En la última década, las redes sociales se han convertido en los reyes de la influencia en casi todos los ámbitos. Desde Twitter y su presencia en política, hasta empresas y particulares que intentan posicionarse en Instagram, una plataforma sobre la que la industria turística se ha desarrollado exponencialmente los últimos años modificando considerablemente tanto el comportamiento de los empresarios como de los clientes. Esta red social ha convertido la experiencia del viajero, que ahora utiliza este medio para inspirarse para elegir tanto el destino de su viaje como para explorar nuevos lugares.

Muchas cosas han cambiado en el proceso de reservas de los viajes hasta llegar a la popularización de Instagram. Hace años, las agencias de viajes vendían sus paquetes turísticos a los clientes en persona, quienes conocían la oferta disponible a través de folletos, publicidad en medios impresos y el “boca a boca”. A finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI aparecieron y se extendieron las webs de reserva online, aumentando la competencia e impulsando la publicidad en medios masivos y en internet, para llegar a un mayor número de potenciales viajeros. Aunque los anuncios están disponibles para todo aquél que está viendo la televisión, la publicidad puede impactar a gente que no está interesada en la oferta y esto no se puede medir.

Desde el lanzamiento de Instagram en 2010, se introdujo un nuevo elemento en la ecuación, que ha generado cambios muy interesantes. Como sucede con otras redes sociales, el alcance es más trazable y medible, y los costes son menores. Gracias a la información demográfica de sus audiencias, comienzan a impactar a un target mucho más específico.

Actualmente, los usuarios son bombardeados con imágenes espectaculares y videos cortos en los que las marcas quieren mostrar una idea de lo que puede ser la vida si viajas a un destino. Contenidos como estos activan un mecanismo de decisión sobre el lugar al que viajar.

Evidentemente, no sólo las marcas tienen influencia sobre las personas sino que también sus amigos e influencers generan impacto, gracias a los contenidos que comparten sobre sus experiencias de viajes. Con los contenidos que comparten, los influencers están dando forma a un nuevo “folleto” turístico y, gracias a que los post en Instagram incluyen hashtags de localización para mostrar el destino, cada  influencer tiene el potencial de impactar a sus miles de seguidores a través de publicaciones personalizadas con localización específica.

Los cambios más recientes en esta red han hecho que Instagram Stories adquiera más y más importancia. Es una manera de crear contenido interactivo muy específico para un target concreto y permite cambiar la forma de trasmitir los mensajes para maximizar su impacto. El futuro del marketing en Instagram será hacer frente a grandes retos como la velocidad de comunicación y la frecuencia de publicación de contenidos, sin que pierdan la calidad y la espectacularidad a la que ya los usuarios se han acostumbrado.

El marketing de destinos en Instagram está cambiando la publicidad en el sector del turismo y los viajes. Las redes sociales han acercado el mundo a las personas y ofrecen la sensación de proximidad y accesibilidad a todos los viajeros.

Alrededor del 80% de los post en los próximos años se publicarán en formato vídeo, cuyo contenido es más impactante. Se prevé que Instagram añada en el futuro el botón “Check-Out” para comprar productos sin abandonar la aplicación, lo que agilizará la compra de vuelos y estancias hoteleras. Sin embargo, el gran reto, será encontrar un método de publicidad sostenible, que no afecte a la experiencia de usuario en la red y que no genere un efecto llamada que pueda afectar a los elementos que hacen únicos y especiales los destinos.

Joren Verboven

PR & Marketing Assistant