El Ecoturismo: ¿explorar el planeta debe hacerse a costa de destruirlo?

El ecoturismo: ¿explorar el planeta debe hacerse a costa de destruirlo?

 

En el mundo actual, en el que nos enfrentamos a la realidad de la crisis climática, con el aumento de las temperaturas globales provocando desastres naturales, la pérdida de hábitats naturales y la inseguridad alimentaria e hídrica, la importancia de proteger nuestro planeta es una preocupación constante de la conciencia colectiva. Por lo tanto, no es ninguna sorpresa que tanto las empresas como los individuales sientan una responsabilidad cada vez mayor de hacer su parte en la lucha contra el cambio climático. El impacto de este movimiento es especialmente evidente en la industria turística, ya que los hoteles y los destinos deben adaptarse y priorizar la sostenibilidad si quieren satisfacer las exigencias del cliente ecológico.

 

¿Qué es el ecoturismo?

Se puede considerar que el ecoturismo se engloba dentro del turismo sostenible y, por lo tanto, en términos generales, muchos destinos son capaces de atraer al viajero con mentalidad sostenible aplicando una serie de medidas sencillas. Para reducir la huella de carbono de un hotel, por ejemplo, pueden optar por prescindir de la administración en papel y utilizar en su lugar sistemas totalmente digitalizados, por ejemplo, durante el check-in y el check-out. También pueden optar por reducir el uso de plástico de un solo uso, por ejemplo, seleccionando artículos de aseo complementarios fabricados con materiales y envases sostenibles, como el bambú, en lugar del plástico tradicional.

 

Sin embargo, hay algunas características importantes que distinguen el ecoturismo del turismo sostenible en general. Según la Sociedad Internacional de Ecoturismo, el ecoturismo se define como «un viaje responsable a zonas naturales que conserva el medio ambiente, sostiene el bienestar de la población local e implica interpretación y educación» (TIES, 2015). En otras palabras, el ecoturismo proporciona un incentivo económico para la conservación de los paisajes naturales y la mejora de la diversidad biocultural, lo que significa que se protege el medio ambiente y el ecosistema único de cada destino, en lugar de explotarlo para obtener beneficios económicos por otros medios más perjudiciales. De este modo, este tipo de turismo debería empoderar a las comunidades locales por aumentar las oportunidades de empleo, contribuyendo así a luchar contra otros problemas globales como la pobreza y la falta de educación. Por último, el ecoturista debería salir de la experiencia con una mayor comprensión y concienciación sobre los problemas medioambientales y un aprecio más profundo por la naturaleza. Por lo tanto, el ecoturismo puede resumirse utilizando los siguientes principios clave: 

 

  • Minimizar los impactos físicos, sociales y de comportamiento negativo del turismo en las áreas naturales.
  • Generar conciencia medioambiental y respeto por la cultura local.
  • Proporcionar beneficios económicos y experiencias positivas a las personas y empresas locales.
  • Ofrecer experiencias positivas y memorables a los visitantes que se desplacen a lugares de belleza natural.
  • Trabajar en colaboración con los pueblos indígenas y reconocer sus derechos, costumbres y creencias.

Tipos de ecoturismo

Aunque el turismo de este tipo suele implicar viajar a destinos relativamente inalterados por la intervención humana y ricos en biodiversidad y patrimonio cultural, existen diferentes formas de llevarlo a la práctica.

 

  • Viajes de desarrollo comunitario mutuamente beneficiosos

Se trata de un tipo de ecoturismo centrado en el desarrollo comunitario, que implica viajar a un país en desarrollo y participar en proyectos que benefician a los residentes locales y al medio ambiente. El viajero, a su vez, se sumerge en la cultura, las tradiciones y el modo de vida locales, además de recibir formación sobre el medio ambiente.

 

  • Alojamiento ecológico y de bajo impacto ambiental

Alojamiento diseñado para minimizar el impacto en el entorno natural. Construido a menudo con materiales de origen ético, puede considerarse un paso más allá de las medidas más generales aplicadas en el «turismo sostenible» del tipo mencionado anteriormente. Este tipo de alojamiento suele adoptar la forma de cabañas, tiendas o casas, y los recursos locales, como el agua y la energía, se limitan para minimizar las molestias que los huéspedes causan a la fauna y la flora locales y a los residentes.

 

  • Senderismo ecológico y ecoturismo basado en actividades

Conocido como «viaje educativo activo», este tipo de ecoturismo combina actividades físicas con una finalidad medioambiental más amplia. Los viajeros pueden participar en actividades como el senderismo, la escalada o el piragüismo (entre otras), lo que les permite observar y aprender sobre el entorno local sin causar mucha perturbación.  

 

  • El agroturismo y las comunidades rurales

Como su nombre indica, se centra en gran medida en las comunidades rurales e implica que el turista participe en actividades agrícolas típicas de la zona, ayudando en las tareas agrícolas para contribuir a la economía local.

 

Ventajas y desventajas del ecoturismo

Espero que las numerosas ventajas del ecoturismo hayan empezado a revelarse a lo largo de este artículo. Pero, aun así me gustaría destacar más claramente algunos de los principales beneficios: el primero y más importante es el potencial de conservación del entorno natural. Al monetizar y capitalizar el bienestar del propio entorno natural, las comunidades locales y los gobiernos tienen motivos para preservar estos ecosistemas preciosos y en rápida disminución, en lugar de diezmarlos con fines agrícolas o industriales, por ejemplo. Pues, fundamentalmente, el ecoturismo incentiva la protección del medio ambiente. Del mismo modo, el ecoturismo puede aportar ingresos a las comunidades locales y aliviar la pobreza en zonas que pueden faltar otras oportunidades. Por ejemplo, una investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences descubrió que las comunidades de las regiones circundantes a las zonas protegidas de Costa Rica tenían tasas de pobreza un 16% más bajas que las de las zonas que no estaban cerca de parques protegidos. Por último, al dar a los turistas la oportunidad de ver y experimentar de primera mano estos preciosos paisajes naturales y los problemas a los que se enfrentan, son mucho más capaces de educar a la gente, abriéndoles los ojos ante la crisis climática de una manera mucho más duradera y profunda. Como dijo la conservacionista Jane Goodall, «sólo si entendemos, nos preocuparemos. Sólo si nos preocupamos, ayudaremos. Sólo si ayudamos, nos salvaremos todos».

 

Sin embargo, también es importante reconocer que el ecoturismo no es una solución totalmente perfecta. Paradójicamente, a veces el ecoturismo puede perjudicar al medio ambiente más de lo que ayuda. Por ejemplo, un estudio publicado en Trends in Ecology and Evolution descubrió que el ecoturismo, más concretamente, el aumento de la presencia humana en una zona, puede alterar el comportamiento de los animales poniéndolos en peligro, por ejemplo, al influir en su reacción ante depredadores o cazadores furtivos. Además, el aumento del turismo en una zona determinada suele conllevar la construcción de nuevas infraestructuras para acoger la afluencia de visitantes, lo que puede provocar la destrucción de entornos naturales, además de ejercer presión sobre los recursos locales y aumentar los niveles de contaminación. Además, a menos que se tomen las medidas adecuadas, el ecoturismo puede desplazar a grupos indígenas y comunidades locales de sus tierras para maximizar los ingresos del turismo, impidiendo así que se beneficien de las oportunidades económicas que ofrece. Así pues, está claro que el ecoturismo debe gestionarse con cuidado para asegurar resultados positivos.

 

Destinos ecoturísticos populares

Tanzania

Gracias a sus ricos recursos naturales y al hecho de que más del 25% de su superficie está dedicada exclusivamente a parques nacionales y zonas protegidas, aproximadamente el 90% de los turistas visitan Tanzania en nombre del ecoturismo. El ecoturismo genera unos 400.000 empleos en Tanzania y representa el 17,2% del PIB nacional. En el país destacan el Serengeti, el monte Kilmanjaro, Zanzíbar y la zona de conservación del Ngorongoro.

 

Islas Galápagos

Famosas por Charles Darwin, en las islas Galápagos, el 97% de la masa terrestre pertenece al parque nacional, y todas sus islas se han dividido en zonas completamente libres de impacto humano, áreas protegidas de restauración o de impacto reducido adyacentes a zonas turísticas. En la actualidad, la UNESCO considera que el aumento del turismo es una de las principales amenazas a las que se enfrentan las Galápagos, y se exige a los proveedores de servicios turísticos que ahorren agua y energía, reciclen residuos, contraten empleados locales con un salario justo y se abastezcan de productos locales.

 

Costa Rica

Hogar de numerosos santuarios de animales, parques nacionales y reservas biológicas, Costa Rica acoge cada año a 1,7 millones de viajeros, la mayoría atraídos por su rica y diversa fauna. Gracias a la decisión del Gobierno de crear más zonas protegidas (más de ¼ de su superficie total) y promover el ecoturismo, la cubierta forestal del país ha pasado del 26% en 1983 a más del 52% en 2021.

 

Lizzy Abel

Equipo de PR 

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