Experiencias Gastronómicas en el Condado de Kerry en Irlanda.

 

 

Noelia se despidió de Curro entregándole un paquete para su siguiente acompañante “para que brindéis a mi salud”: chocolates Kras y el aguardiente más famoso de la ciudad de Zadar, el Marrasquino.

Cuando Curro llegó al aeropuerto de Dublín, Alicia Gómez le estaba esperando junto a su amigo Rob Curley, chef de Slemish Market Supper Club. Le habían preparado una aventura por la zona más desconocida de Irlanda llevando como guías a tres cocineros y a una experta gastronómica, así que la experiencia no podría ser más apetitosa. A Alicia le hizo mucha ilusión la caja de chocolates Kras que le mandaba Noelia y prometió que la degustarían todos juntos esa misma noche.

Su primer destino, la capital del condado de Kerry, se situaba a unas cuatro horas en coche de la capital.  Kerry es una palabra inglesa que procede de Ciarraí, se deriva de Ciarraighe, o “gente de Ciar”, el nombre de la tribu pregaélica que vivía en la parte del condado actual. Un condado que limita al oeste con el Océano Atlántico y con muchas penínsulas, como Dingle, Iveragh y Beara, y al norte por el río Shannon. Kerry es una de las regiones más montañosas de Irlanda y como muestra citaremos la cordillera de MacGillycuddy’s Reeks y el pico más alto de Irlanda, Carrauntoohi.

Irlanda es un país de naturaleza inhóspita y salvaje, un país donde la gastronomía y la música son sus principales sellos de identidad. “Irlanda te va a sorprender, no sólo por su naturaleza, sino también por su cultura, porque es un país pequeño, pero con mucha personalidad” le comentó Noelia.

La primera parada fue Tralee, donde se reencontraron con Gorka Arrieta, un chef español que lleva más de 20 años en Irlanda, y con su pareja, María Recio.  Gorka es el chef ejecutivo de Sua Basque Fusion, así que, como no podía ser de otra manera, la primera noche nos sorprendió con una apetitosa cena con abundancia de productos locales, una fusión de ingredientes irlandeses con técnicas vascas. La cena fue a seis manos, con Rob Curley y con el chef y responsable de Taste Kerry John Hartey. Hubo platos increíbles y muy recomendables, como el black pudding de Annascaul y manzana, las albóndigas de ternera orgánica y trufa y el cordero a baja temperatura con menta y flor de guisante y apio-nabo. Para acabar, probamos la famosa tarta Balleys cheese cake. No en vano, Irlanda es un país de golosos. Dicen que sus habitantes consumen una media de 24 cucharadas de azúcar al día, lo que les convierte en el cuarto país en consumo de este ingrediente.

Tralee es la ciudad más grande del condado de Kerry, donde sus más de 40 pubs nos invitan a tomar cerveza y disfrutar del ambiente irlandés, independientemente del día de la semana que sea. Nada mejor para acabar una jornada laboral que tomarse una pinta y Curro disfruta de la música celta en esta ciudad fundada en el siglo XII por los anglonormandos. Es un centro turístico e industrial, que está unido al mar por medio de un canal.

Al día siguiente aprovecharon para dar una vuelta por Tralee, tras una breve visita por el museo del Condado de Kerry, que está ubicado en el centro de la ciudad. Gorka hizo de guía para visitar productores locales que les enseñaron muchos secretos de la gastronomía de la zona: Little Cheese Shop una coqueta tienda de quesos artesanos en Tralee. “¿Tienes hambre Curro? Te propongo que vayamos a “Glenbeigh shellfish, una pequeña cultivadora de ostras locales donde se puede degustar “in situ” sus productos” y a  Annascaul black pudding co.  una pequeña empresa donde Thomas y Eileen elaboran el famoso Black Pudding utilizando la misma receta desde tres generaciones con numerosos premios a sus espaldas”.

Curro no podía dejar de visitar, después, el Anillo de Kerry. Este anillo está formado por islas salvajes y playas de arena blanca que contrastan con los impresionantes paisajes naturales y montañas que encontramos al otro lado. Y, cómo no, sus acogedores pubs tradicionales irlandeses, donde iban a degustar una buena pinta después de un largo día de viaje.

Aproximadamente a una hora en coche está la península de Iveragh. Allí encontraron skellig Michael, un monasterio medieval del siglo VI declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Sólo se puede acceder en barco y en la actualidad sus únicos habitantes son las aves marinas.  “Te va a gustar le comentó Alicia… me consta tu pasión por la saga de Steven Spielberg.  Debido a su espectacular paisaje, fue una de las localizaciones elegidas para el rodaje de “Star Wars: El Despertar de la Fuerza…”. Justo al lado, hay otra isla, Little Skellig. Ambos escenarios han sido descritos por el dramaturgo George Bernard Shaw como «un lugar increíble, imposible y loco… parte de nuestro mundo onírico».

También visitaron la península de Dingle, a la que llegaron bordeando la costa a través de pueblos encantadores, y disfrutando de la vista de los acantilados que bordean la orilla del mar y que ofrecen un espectáculo magnífico. La revista National Geographic describió este espacio como “el lugar más hermoso de la Tierra”.

Antes de despedirse de Irlanda, la última parada fue Killarney y su Parque Nacional. Killarney es la segunda ciudad más visitada de Irlanda, después de Dublín. Dentro del Parque se encuentra el Castillo de Ross, construido en el siglo XV por la familia O’Donoghue. Nada mejor que alquilar unas bicicletas para recorrer estos exuberantes paisajes y poder apreciar desde abajo las montañas más altas de toda la Isla.

Tras unos días de amigos, diversión, experiencias gastronómicas y espectaculares paisajes a Curro le esperaba un largo viaje para afrontar su próximo destino. Alfredo me ha prometido que me va a descubrir una faceta desconocida de California” dijo Curro al bajar del coche de Alicia en el aeropuerto.

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