Museos y turismo, dos aliados inseparables.

Museos y turismo, dos aliados inseparables.

Las instituciones y museos son dinamizadores o catalizadores de un destino, pero su éxito depende de los modelos de gestión y de los productos que se crean alrededor de este fenómeno.

Esto permite el desarrollo económico de una localidad y su trascendencia como potencial destino turístico. Los paradigmas han cambiado y los museos se han convertido en una parada imprescindible en las experiencias de los turistas de todas las edades y latitudes.

Los museos son concebidos como bienes culturales y es fundamental crear sinergias a su alrededor que aprovechen su poder de atracción para crear nuevos productos turísticos. Dos claros ejemplos de éxito en España son Bilbao con el Guggenheim y Málaga con el Museo Pompidou, el museo de Arte Contemporáneo, el Museo Carmen Thyssen o el Museo Picasso.

Hace 20 años Bilbao atravesaba una depresión que superó airosamente gracias a un plan de regeneración urbanística que incluía el Museo Guggenheim, una joya arquitectónica que cuenta con más de un millón de visitantes anuales en una ciudad que nunca antes había experimentado tal cantidad de turistas.

Por su parte, Málaga es considerado un destino de sol y playa por antonomasia. No sólo mantiene su público tradicional enamorado de sus playas y atardeceres espectaculares, sino que, además, es una ciudad con un potencial cultural de vanguardia. No tiene nada que envidiar a las grandes capitales del mundo: en la actualidad es uno de los destinos urbanos de España que más crece. Su oferta museística es la más competitiva de España contando con 37 museos y centros expositivos.

La reinvención de los museos es un punto muy importante para mantener el público habitual y crear nuevos adeptos con necesidades y gustos particulares sin convertirse en un centro de atracciones.  Cuidar la calidad, los contenidos y la explotación de una colección es delicado, pero a la vez es un reto creativo para los gestores culturales así como una posibilidad para la industria turística. La creación de productos en torno a los museos y la cuota directa que impacta al turismo, en especial el español, es parte del producto interior bruto.

Más allá de las audioguías, los museos han introducido la tecnología de múltiples maneras, desde sus webs, no sólo en los idiomas de los públicos objetivos, hasta la distribución y la utilización de WeChat como lo hizo el Museo Nacional Thyssen Bornemisza para el mercado chino, ha sido un caso de éxito de turismo cultural y de experiencia. El Consejo Internacional de Museos (ICOM), en su definición de Museo del 2007, se refiere a su función social, como “toda institución permanente, sin fines de lucro y al servicio de la sociedad y su desarrollo, que es accesible al público y acopia, conserva, investiga, difunde y expone el patrimonio material e inmaterial de los pueblos y su entorno para que sea estudiado y eduque y deleite al público”.

España siempre será un reto en lo que se refiere a la innovación en el turismo cultural internacional.

¿Qué buscan los viajeros del turismo cultural?

La respuesta es simple y las soluciones son complejas.  Este viajero está en búsqueda de ampliar sus horizontes, conocimientos y vivir nuevas emociones a través de sus sentidos relacionándolos con el patrimonio. Se dice que todo está creado, visto o inventado, pero la dinámica de crear nuevas lecturas y posibilidades son tan infinitas como las combinaciones numéricas.  La evolución es algo constante y las prácticas culturales también lo hacen según las tendencias, modas, la globalización, la inmediatez y nuevos patrones de cómo se percibe y se disfruta el ocio.

Los museos son para muchos viajeros un punto importante en la toma de decisión de viajar a un destino, la duración de ese viaje e inclusive si es un amante del arte repetiría por las exposiciones temporales.

En el caso de las series pueden despertar el interés de públicos que, habitualmente no se decantarían por temas relacionados con museos y conservación, seguir la pista de tu programa favorito o de ese libro que te trae de cabeza completaría esa experiencia que empieza en la intimidad del hogar y puede tener su desenlace visitando esa locación.  Un ejemplo concreto puede ser La Casa de Papel y  la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, el escenario principal de la serie, que se ha convertido en el destino predilecto de los fans de esta serie y los palos de selfie (este tema es harina de otro costal en cuanto a los hábitos de los visitantes). Sin embargo, el edificio que realmente se utilizó para la serie fue el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, cuyo acceso a los turistas se ha limitado recientemente.

Vivimos en movimiento y nada escapa a ello.

Saber adaptarse a los cambios es importante, pero mantener la esencia y la preservación del patrimonio es primordial aunque sus lecturas y formas de consumo muten.

María José Morr Graterón

PR Team

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