Un viaje por las Navidades del mundo

Un viaje por las Navidades del mundo  

En todo del mundo, según la geografía, la religión y las convenciones, se celebran diversas manifestaciones de la Navidad. La tecnología no solo nos ha acercado más a tradiciones antes remotas, también ha cambiado la manera de celebrar, felicitar y disfrutar de estas fechas. Aunque muchas tradiciones se digitalicen, su origen permanece y, sobre todo, sigue teniendo en los niños a sus principales protagonistas. Muchos pequeños llevan ya meses esperando la visita de Papá Noel, del Niño Dios o Jesús, Baby Jesus, Santa Claus… o de otros personajes que forman parte de las tradiciones de otros países.

Por ejemplo, los belgas hablan de San Nicolás, un santo bonachón que viene en un barco desde España; para los fineses, Papá Noel está muy cerca de casa, porque reside en su taller, situado en la región finesa de Laponia. La Navidad puede ser blanca, bordada en copos de nieve, o tropical y muy soleada en el Caribe. Una época del año tan diversa como países hay en el mundo, y viajar es la mejor manera de descubrir cómo se celebra más allá de nuestras fronteras.

En el caso de España, la celebración gira en torno a la mesa, que en cada región tiene platos y especialidades distintas como estrellas de la cena de Nochebuena. Los villancicos, acompañados por el característico sonido de la zambomba, amenizan las calles más céntricas de las ciudades y resisten el paso del tiempo, trasladándose de coros callejeros e iglesias a listas de Spotify y mensajes de Whatsapp.

La fecha más señalada es la llegada de los Reyes Magos, en la víspera del 6 de enero, cuando las calles se llenan de niños para recibirles en las majestuosas cabalgatas. A la mañana siguiente, se intercambian presentes (o carbón de azúcar, para los niños más traviesos) y se disfruta en familia del roscón de reyes, un bollo de pan dulce relleno de crema y frutas.

Algunas comunidades españolas conservan tradiciones únicas, centradas en personajes ligados a la cultura local. Por ejemplo, en el País Vasco, el “Olentzero”, un carbonero que vive en las montañas, es el encargado de agasajar a los niños, mientras que en Galicia, el barbudo “Apalpador”, se asegura de que los pequeños están bien alimentados dejando castañas y regalos la mañana de Navidad. En Cataluña, un tronco de madera mágico, el Tió, cobra vida en diciembre: los niños deben cuidarle, darle de comer, arroparle y cantarle canciones hasta que, el 26 de diciembre, Tió rebosa presentes a cambio de tantos cuidados.

En América Latina, la Navidad está ligada a las tradiciones españolas, portuguesas e italiana, en perfecta combinación con el folclore local, con su particular sabor y color en cada país de la región. México atesora algunas de las Navidades más pintorescas de Latinoamérica, con sus conmovedoras posadas, una fiesta familiar y religiosa que empieza nueve días antes de Nochebuena y que recuerda la travesía de María y José buscando refugio antes de la llegada del Niño Jesús. Las casas acogen visitas de amigos y parientes, a quienes dan la bienvenida para romper piñatas cargadas de frutas, dulces navideños y juguetes, al ritmo de villancicos y música regional mexicana.

Si en las tradiciones judeocristianas, la Navidad es cosa de familia, en otros países no lo es tanto. Por ejemplo, en Japón, el 24 de diciembre es una fiesta que se celebra en pareja porque, oficialmente, es el día de los enamorados en el país nipón. Los niños reciben regalos en Año Nuevo y celebran un banquete, que es la forma en la que los japoneses se aseguran la fortuna y la buena suerte para el año que comienza. Y en Australia, a finales de diciembre las temperaturas son ideales para disfrutar del mar, la playa y el aire libre; de hecho, cada 25 de diciembre, más de 40.000 personas se dan cita en la famosa Bondi Beach de Sídney, para disfrutar de un espectáculo nocturno de fuegos artificiales.

De norte a sur, de este a oeste, la Navidad ha conquistado el imaginario mundial, y cada país la ha traducido y ha hecho suya. Quizás, el mejor regalo para celebrarla, sea embarcarse en un viaje para descubrir rincones inolvidables y costumbres únicas. ¿Tienes ya tu próximo destino?

 

Merry Travels!

 

Por María José Morr

PR & Communications Team

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