Un viaje en el tiempo a Córdoba

Fue la capital de varias provincias del Imperio Romano,
Fue la capital del califato de los musulmanes,
Fue embellecida por los Reyes Católicos,
Fue la tierra natal de los filósofos más grandes: Séneca, Averroes, Maimónides …
Es reconocida como Patrimonio Mundial de la UNESCO,
¡Fue, es y será Córdoba!


Esta ciudad me cautivó; por esa razón decidí contaros mi viaje a este lugar cuyo patrimonio es tan importante, cuya cultura, tradiciones, monumentos o herencia histórica son increíbles. Me sorprende que, en Córdoba, se puede estar en la Edad Antigua por la mañana, aterrizar en plena Edad Media por la tarde, y acabar en los bares más modernos por la noche.

Regreso a la época romana

Puente Romano Cordoba Interface Travels

Empecé mi visita por el sur de la ciudad, a lo largo del río Guadalquivir, que está dominado por uno de los símbolos de Córdoba: su puente romano. Cuando me encontré sobre él, con el agua fluyendo debajo de mis pies, la puerta del Puente en el horizonte y detrás, la silueta de la Mezquita-Catedral, me enamoré de la vista que me ofrecía este rincón de la ciudad.
Todos estos monumentos de piedra me hicieron viajar al pasado.

Después, tuve la oportunidad de ver con mis propios ojos lo que queda del teatro donde los romanos acudían a disfrutar de sus obras hace miles de años. También descubrí los vestigios de un templo donde rezaban y hacían ofrendas a sus dioses. Por fin, observé muchos objetos de la época romana en el Museo Arqueológico de Córdoba que me sumergieron en el modo de vida de los romanos: vajillas, decoración, estatuas, sepulcros preciosos, objetos religiosos…

Viaje a la época de la convivencia

Interior Arcos Mezquita Córdoba

Otro símbolo emblemático de Córdoba es la Mezquita-Catedral. Durante un tiempo, cristianos y musulmanes compartieron este edificio y, además, vivían en paz con los judíos entre los siglos VIII y XIII, de aquí la noción de “convivencia”. Si el exterior de este monumento es impresionante ¡lo es aún más el interior!

Cuando fui a dar con la mezquita-catedral, en medio de esta profusión de arcadas, me sentí pequeñita. Para todos a los que les interesa la arquitectura, este lugar es un paraíso: mezcla el arte islámico con el arte visigodo y el arte romano.
El barrio judío da testimonio también de esta harmonía entre las religiones. Esta parte de Córdoba, con sus callejones estrechos y sus aceras, sus patios floridos, sus numerosas fuentes así como sus casas blancas y amarillas, me pareció muy caluroso.
Entré en la sinagoga de la judería, una de las tres únicas sinagogas españolas que datan de antes de la expulsión de los judíos en 1492 y que se consiguió conservar. Está impregnada del arte mudéjar, el arte que se desarrolló bajo los reinados cristianos y que se inspira en el estilo musulmán.

¡Este barrio es una parada obligatoria para todos aquellos que les gusta pasear!

Baños Árabes Córdoba

¡Nunca podré olvidar los vestigios de los baños árabes del Alcázar Califal! Ya sea para relajarse, curarse o practicar la purificación ritual prescrita por el Islam, los baños árabes formaban parte de la cultura de Al-Ándalus. Son una enésima herencia del pasado que, una vez más, me llevaron de nuevo a la época de la convivencia entre las diferentes religiones que habitaron esta ciudad.

Para terminar, Córdoba no solo posee vestigios de un templo y de un teatro romano, sino también la Medina Azahara, una antigua ciudad situada a tan solo 8 kilómetros de Córdoba y creada por el primer califa, Abderramán III, en el siglo X.

Aunque solo quedan ruinas de esta ciudad palacial, pude sentir la inmensidad y la gran belleza de este lugar. Por cierto, “Madinat al-Zâhira” significa “ciudad resplandeciente” y fue construida por el califa para mostrar la amplitud de su poder.

Salto al tiempo de los Reyes Católicos

Alcazar de los Reyes Católicos Interface Travels

Creo que si me preguntasen cuál es mi parte favorita en Córdoba, diría el Alcázar de los Reyes Católicos. Sus flores, sus árboles, sus fuentes y su edificio dejaron en mi mente el recuerdo de un alcázar con un arte refinado, que transmite una paz indescriptible.
El alcázar fue primero una fortaleza visigoda, después los Omeyas lo convirtieron en un Alcázar califal, y finalmente, los cristianos le dieron su forma actual durante la reconquista.

¡Es increíble cómo la historia de los monumentos puede contar la de un país entero!

Me gustaría terminar hablando de la hermosa capilla de San Bartolomé. La combinación del marrón y del azul, junto con los motivos pintados sobre las paredes, te dan la sensación de estar de noche bajo un cielo estrellado.

La Córdoba actual: lo que queda del pasado y sus novedades

Patios de Córdoba

Córdoba no solamente me permitió viajar a través del tiempo, sino que también me hizo disfrutar del presente gracias a la infinidad de patios que decoran la ciudad, sus callejones, los espectáculos de flamenco, las fiestas tradicionales y a través de su gastronomía. Todo eso hizo que mi viaje fuese inolvidable.

Además de sus singulares patios, reconocería Córdoba entre miles por sus numerosas calles estrechas. La calle de la Luna parece literalmente una calle medieval y la calle de los Arquillos luce por su originalidad, ¡nunca me había topado con una calle tan estrecha!
Desafortunadamente, no tuve tiempo para descubrir toda la gastronomía de Córdoba durante mi viaje, pero puedo afirmar algo: ¡el salmorejo que elaboran aquí es una delicia!

Finalmente, tuve la suerte de visitar Córdoba a finales de mayo, durante la «Feria de Nuestra Señora de la Salud”, una fiesta de origen medieval que sobrevivió durante todos estos años. En estos días de fiesta, Córdoba rebosa de mujeres bailando sevillanas, de hombres a caballo y de decoraciones hermosas que iluminan los edificios.

Coloridas calles del barrio jewish de Córdoba

En resumen, es imposible aburrirse en Córdoba gracias a la infinidad de actividades que se pueden hacer y monumentos que descubrir. Es un destino único, con una identidad irreemplazable. Más que un lugar para visitar, ¡es un testimonio de la historia por descubrir!

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