Atrás han quedado los años en que la crisis golpeó con dureza al sector emisor español  debido a la conjunción de factores que hicieron tambalearse a la economía nacional. Acertaron quienes predijeron que la salida del pozo tardaría en concretarse siete u ocho años, y quienes la elevaron hasta una ‘década perdida’; pero si un sector ha contribuido a que la recuperación económica fuera más rápida de lo previsto ha sido el turístico. Ha sido notable la recuperación del turismo nacional, que a partir de 2014 y sobre todo el año pasado ha tenido incrementos que lo han llevado a números cercanos a los registrados en los años anteriores a la crisis.

Todos los indicadores turísticos relativos al mercado nacional han experimentado en los últimos años un notable crecimiento como consecuencia de la mejora del entorno económico, traducido en un descenso del porcentaje de paro y en un aumento del gasto en consumo final de los hogares, que ha traído como consecuencia la recuperación de la demanda interna y, en lo que afecta al sector turístico, el crecimiento de los traslados dentro de España y el incremento de los viajes al extranjero.

También se ha operado un cambio significativo entre las empresas turísticas, que han vuelto a poner en marcha operaciones de fusión, absorción de compañías y de expansión que habían quedado paradas por la crisis, en una doble dirección: las grandes cadenas españolas han seguido comprando otra compañías que les permitieran mantener una posición dominante en mercados consolidados y en los emergentes, al tiempo que otros operadores internacionales fijaban su vista en España por considerarlo uno de los mercados más atractivos en los que canalizar sus inversiones. Como ejemplo reciente de esta nueva situación baste citar la compra del touroperador Catai Tours por el Grupo Barceló.

Las quiebras de grandes grupos como Viajes Marsans y Orizonia, acompañados del cierre de unas 5.000 agencias de viaje en los años de la gran recesión (2008-2013) ha dado paso a una fase de repunte del negocio turístico, en el que si bien no se ha producido un aumento del número de oficinas sí ha tenido lugar en cuanto al empleo, que ha recuperado seis mil de los diez mil puestos de trabajo que se habían perdido, para dar respuesta al paulatino crecimiento del negocio. Una muestra es el incremento de los viajes al extranjero realizados por los residentes en nuestro país, que registran tasas positivas (+ 3,7% en el primer trimestre de 2016, según los datos del último boletín publicado de Coyuntur) en línea con los resultados positivos para el turismo emisor se vienen logrando desde finales de 2013. Europa sigue siendo el continente predilecto de los turistas que salen de nuestro país -Austria y Alemania, son los destinos más demandados-, seguido de Asia -Tailandia y Japón son los más visitados-, Estados Unidos –el destino predilecto- y África, según la Confederación Española de Agencias de Viajes.

Otro de los datos más significativos respecto a la evolución positiva de este sector, que puede dar idea de cómo se ha superado la tormenta iniciada en 2007, es la subida del 20% en tasa interanual de los pagos por turismo en el extranjero de las personas residentes, hasta alcanzar un volumen de 7.813 millones de euros en el primer semestre del año, según los datos de la balanza de pagos publicados por el Banco de España, o que el negocio de las agencias de viajes minoristas alcanzará los 13.500 millones de euros durante 2016 y que las mayoristas ingresarán unos 4.500 millones de euros al cierre del año, como ha hecho público el último informe del Observatorio Sectorial de DBK de Informa D&B.

En definitiva, a pesar de que la incertidumbre política causada por la ausencia de un Gobierno durante tantos meses puede acabar pasando factura, el mercado emisor nacional se encuentra muy cerca de dar por finalizada la etapa de la recesión y comienza a mirar el futuro con optimismo. Los datos de todos los organismos turísticos apuntan en esta dirección. Solo hace falta que la buena evolución económica acabe por apuntalar esta tendencia de salida de la crisis.

Por María Sánchez

@MariaSGrela